Han pasado cinco años desde que la oposición levantó la voz, clamando ser la respuesta que el país necesita frente a un gobierno que, según ellos, ha cometido desaciertos inexcusables. Sin embargo, cuando nos aventuramos a mirar más de cerca a quienes lideran estas críticas, la realidad es más aterradora que convincente.
En su más reciente aparición en el Monumento a la Revolución, la aspirante a la presidencia del Frente, Xóchitl Gálvez cometió el error que todo político intenta evitar: olvidó el hilo de su discurso. “Ay, se me fue el discurso”, admitió públicamente. Y pensar que esto podría ocurrir en una cumbre internacional nos provoca escalofríos. La falta de oficio político no solo es vergonzosa, sino que termina de sepultar las últimas esperanzas de quienes esperaban idoneidad de esta figura para ocupar un cargo de tal envergadura.
Analizado, el caso de Xóchitl Gálvez refleja un problema más amplio: ¿cómo es que alguien así pueda ser considerada para la Presidencia? La respuesta es esta: el resto de los políticos están, en todos los niveles, envueltos en tramas que, a un nivel con mayor exposición mediática, sin duda se convertirían en enormes escándalos. Los partidos a los que pertenecen han decidio sacrificar a Xóchitl y no a sus militantes, por lo que hoy buscan para estos otros espacios menos mediáticos, pensando que puedan pasar, al menos, un poco más desapercibidos.
Un claro ejemplo es el actual diputado de Benito Juárez, Luis Mendoza Acevedo, quien, a pesar de negar repetidamente ser propietario de un departamento en el lujoso complejo City Tower, su firma en el contrato de compra-venta y el cheque emitido por él cuentan una historia diferente. Este político, es clave en la red de corrupción conocida como el “Cártel Inmobiliario de la Ciudad de México” con el que se han asegurado 60 edificios a partir de la explosión en 2021 de un departamento a causa de una lavadora con una instalación mal colocada debido a esta misma corrupción.
De acuerdo a diversos medios, Mendoza adquirió un departamento de 154 metros cuadrados en City Tower por 5 millones 100 mil pesos. Este hallazgo no solo desenmascara al diputado como un político deshonesto en sus declaraciones, sino que también pone de manifiesto la trama de corrupción que involucra a prominentes miembros del Partido Acción Nacional, incluido el propio Santiago Taboada quien, de acuerdo a las investigaciones, también tuvo un gobierno en el que impulsó la edificación irregular.
Es relevante destacar que el hermano de Mendoza, Víctor Mendoza Acevedo, actualmente prófugo de la justicia, emitió la “Autorización de uso y habitabilidad” para otro desarrollo de la misma empresa siendo de un edificio irregular. Este oscuro entramado de propiedades y autorizaciones revela la complejidad de la corrupción que permea en diversos sectores de la oposición, en este caso, en uno de los que dirige hoy la BancadA Federal del PAN.
Con esta última puntada de su aspirante presidencial, la oposición deja claro que no sirve a nivel nacional por un tema de ineptitud; sin embargo, vale la pena no distraerse en el triste espectáculo de su aspirante a la presidencia y poner la atención en donde esos partidos están buscando encubrirse: donde corre mucho dinero de la política y se está poniendo en riesgo la vida de las familias que viven, en este caso, en Benito Juárez y con un proyecto que – amenaza- quiere llegar a nivel Ciudad de México.
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