Cada que se publica una encuesta, sin importar quién la haga, se arma una guerra entre aspirantes que tensa las relaciones en sus respectivos partidos, por los golpes internos que se desatan.
Ayer no fue la excepción, luego de que El Universal diera a conocer la suya sobre las preferencias electorales rumbo a 2024 en la Ciudad de México.
La encuesta arroja un empate técnico entre Morena y la alianza opositora, pero también mide a los personajes que pudieran encabezar ambos bandos.
El ejercicio coincide en lo general con quienes en las últimas semanas han sido señalados como favoritos, y que son Omar Hamid García Harfuch por la 4T, y Xóchitl Gálvez por los aliancistas.
Curioso es que ambos punteros comparten una cosa importante: ninguno de los dos es el favorito de las nomenclaturas de sus partidos, pues no son orgánicos. O sea, quienes los podrían postular no los quieren; serían vistos como un mal necesario.
En el caso de García Harfuch, aunque es el que más posibilidades de triunfo les da, los radicales de Morena lo quieren vetar, y ése será su principal obstáculo. Habrá que ver si prefieren perder, antes de dejar que el secretario de Seguridad Ciudadana los represente.
Por su parte, aunque no es panista orgánica, Xóchitl ha trabajado con ese partido desde que en 2000 Vicente Fox la invitó a su gabinetazo, pero al interior del PAN no la sienten como una de las suyas.
Hace apenas unas semanas, la senadora se sentó con Santiago Taboada para hablar de la competencia interna. Aunque el alcalde de Benito Juárez es el favorito de la casa, pactaron un tiro limpio y que gane el mejor.
Todo mundo tiene claro que entre ellos dos estará la carta de la oposición, y sólo falta encontrar el método de elección para procesarlo bien.
Del lado del oficialismo, además de Omar Hamid, si es mujer aún no se tiene claro quién, pues aunque en las encuestas figura arriba la iztapalapense Clara Brugada, en realidad las opciones serían Rosa Icela Rodríguez o Ariadna Montiel.
Tiene poco que las funcionarias federales dieron señales de que se interesan, y aunque la secretaria federal de Seguridad y Protección Ciudadana siempre ha estado considerada, jamás había dicho que quería.
Si es mujer, nadie duda que entre ellas dos saldrá la carta de Morena; si es hombre, además de García Harfuch, estaría Ricardo Monreal —si acepta y lo aceptan—, pues otro que se quería apuntar, pero que ya ni siquiera aparece en las encuestas serias es Martí Batres.
El tema está ejerciendo mucha presión en los partidos, y todo porque la sucesión fue adelantada por el Presidente hace dos años, y de la candidatura presidencial se desprenden las demás.
Es divertido como una fotografía del momento aloca a suspirantes y militantes de los partidos.
CENTAVITOS
No todo es miel sobre hojuelas en la bancada capitalina del PAN, pues la flamante vicecoordinadora Luisa Gutiérrez mantiene serias diferencias con su compañera Ana Villagrán, y todo a causa del diputado morenista Nazario Norberto, a quien Gutiérrez tiene demandado por abuso sexual. Como Villagrán tiene que negociar con él en las comisiones donde coinciden, como la que premia cada año a los periodistas, es recriminada por la vicecoordinadora. Algunos diputados de la propia bancada panista aseguran haber oído cuando Luisa le pidió a la petista Circe Camacho subir a la tribuna a quitarle el micrófono a Ana, video que estalló en las redes. Si papá Pitufo no se pone trucha, el kínder de los suspiritos azules se le podría alebrestar.
Adrián Rueda. Capital político. FUENTE. Periódico Excelsior.
