Soñar con un fakir —o faquir— “presagia una realidad engañosa” . Lo leí en un curioso libro, Diccionario de sueños , cuyo PDF alguien me hizo llegar por internet. Ignoro por qué dice eso la autora de la mencionada obra, Karla Navarro . Ella no desarrolla la razones para afirmar que si se sueña con un “santón musulmán” —definición de la RAE— se está cayendo en la más peligrosa obsesión: la de vivir en un mundo inexistente. Voy a suponer que es correcto lo afirmado en el Diccionario de sueños . A partir de tal afirmación solo queda concluir que tres personas conocidas del sistema político mexicano soñaron con faquires antes de empezar a verse como el tristemente célebre . Tales personas son Loquito del Periférico Xóchitl Gálvez, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López . Identifiquemos al Loquito : Él va en su automóvil, ¡en sentido contrario!, por la principal avenida de la Ciudad de México. Escucha la radio. Ciro Gómez Leyva interrumpe su noticiero de Radio Fórmula porque su compañero Manuel Feregrino ha recibido una información urgente. Al señor Feregrino le llamó alguien desde un helicóptero del gobierno de la CDMX y le dio la importantísima nota. Feregrino entrega a Ciro, por escrito, un reporte de la noticia. Este periodista lee: “¡Atención, cuidado!, un coche a toda velocidad en contra del tráfico en pleno Periférico, y en hora pico…” . El Loquito después de oír lo que ha dicho el señor Gómez Leyva, simplemente comenta para sí mismo: “¿Un coche en contra? ¡Pero si son un chingo los que vienen en sentido contrario!” . Así estuvieron Marcelo Ebrard y Adán Augusto López durante toda la larguísima contienda interna de Morena . Cada vez que se publicaba una encuesta con ventajas a favor de Claudia Sheinbaum —crecientes durante todo ese periodo—, ellos salían a los medios a decir: “Yo voy ganando en las encuestas, no crean las de Claudia”. Al final, cuando el partido Morena aplicó su propia encuesta e invitó a todas las personas aspirantes a la candidatura de izquierda a proponer a sus propias casas encuestadoras, la realidad golpeó severamente a los imitadores del Loquito del Periférico . Marcelo quedó lejísimos de Claudia en todas las encuestas , tanto en la aplicada por Morena como en las contratadas por este partido, incluida la que Ebrard propuso. Pero el excanciller al menos logró un lejano segundo lugar en cinco encuestas. El pobre Adán se fue a la tercera posición: lo superó Noroña. Cuentan que todavía, sobre todo cuando circulan por el Periférico , Marcelo y Adán insisten en repetir cada 30 segundos: “Voy ganando las encuestas, las de Claudia no sirven”. Así está Xóchitl Gálvez . En cada mitin, en cada entrevista se le ve peligrosamente obsesionada con una realidad engañosa: la de que no son confiables las encuestas —absolutamente todas las que se han difundido— en las que Claudia Sheinbaum va en primer lugar, con ventajas superiores a los 40 puntos porcentuales en los estudios demoscópicos más serios, como los de , MetricsMx Covarrubias y Asociados y De las Heras Demotecnia . El caso de Xóchitl es más grave que el de Marcelo y Adán. La candidata de la alianza PRI, PAN, PRD ni siquiera repite y repite —y repite y repite y repite— que va ganando: ella solo jura que va perdiendo por diferencias grandes, pero no tan grandes como las presentadas en las encuestas. Llegará el día de la toma de protesta de la presidenta Sheinbaum . Xóchitl, Marcelo y Adán no acudirán a la Cámara de Diputados y Diputadas, pero seguirán por radio el evento. En el Periférico, en el momento en que se informe que a Claudia un diputado le ha colocado la banda presidencial , tanto la aspirante X como los otros dos dirán, cada quien en su coche: “No son buenas las encuestas de Claudia, no son buenas, no son buenas”. Será difícil para las familias de Xóchitl, Marcelo y Adán encontrar un centro de recuperación para eliminar semejante obsesión. Porque el complejo del Loquito del Periférico pocas veces se cura .
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