No es normal
Viri Ríos
Al inicio del año Obrador lo dijo claro, “ayudando a los pobres va uno a la segura” argumentó, “porque ya [se] sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media, ni con los de arriba”. Y sentenció “no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”.
Analistas y comentaristas dieron la declaración por cierta sin analizar los datos. La realidad es que los datos muestran que la estrategia electoral de Obrador es muy distinta y consiste, no en ayudar a todos los más pobres, sino en apoyar estratégicamente a los pobres que tienen capacidad de “defender la transformación” y desatender a los pobres que no.
Basta ver los datos. Como han mostrado varios estudios (INDESIG 2021, Ríos 2021), en general hoy menos personas en pobreza reciben programas sociales que antes. Realicé mis propios cálculos con base en encuestas públicas del INEGI y los datos son claros: con Peña el 48% de las personas en pobreza recibían algún programa social, ahora el dato ha caído a 42% (i.e. beneficiarios en pobreza de ingresos antes de cualquier transferencia de gobierno, ENIGH 2020).
El resultado es una aparente contradicción que es políticamente muy redituable para la 4T: el gobierno ayuda a menos personas pobres, pero a los pobres que sí se ayuda, a los que tienen capacidad de movilizarse políticamente, se les ayuda con creces.
Esta estrategia es maquiavélicamente exitosa por dos razones.
Esto ha creado una situación insólita: el que los pocos pobres que reciben dinero con Obrador, logren salir de la pobreza en mayor medida. Me explico. Anteriormente, más pobres recibían dinero, pero recibían poco, lo que los dejaba todavía por debajo de la línea de pobreza. Ahora, menos pobres reciben dinero, pero los que reciben, reciben cantidades tan grandes que logran dejar la pobreza atrás.
Segundo, la estrategia de Obrador también está siendo exitosa porque muchas personas que no son pobres y que anteriormente no recibían dinero por no clasificar técnicamente como pobres, ahora lo reciben, siempre y cuando tengan contacto con las redes de servidores de Morena.
Como han mostrado varios estudios (INDESIG 2021, Ríos 2021), las clases medias y altas reciben mucho más dinero que antes. Con mis propios cálculos pude determinar que, la cantidad de personas de clase media que reciben transferencias del gobierno ha aumentado de 17% a 27%.
El problema es que la 4T incentiva a sus funcionarios para que tengan más beneficiarios, pero no para que encuentren a los beneficiarios más necesitados. Por eso, basta con adentrarse a zonas de pobreza extrema para encontrar testimonios de “los olvidados”. Personas pobres que están lejos de las redes de Morena y por tanto no importan: “Yo veo que le dan a las personas que tienen más, pero a nosotros no nos llega. Si es que existe ese apoyo, que el gobierno dice que hay, pues que se nos dé” me comentó Benny González de una de las zonas más pobres de Quintana Roo. “Acá no llegan esos apoyos” dijo Víctor Manuel, su vecino.