Si Xóchitl aspira a perder en 2024 con al menos los mismos porcentajes con los que perdieron José Antonio Meade y Ricardo Anaya, tiene aplicarse y doblar el número de votos que trae ahorita. Y luego, si todavía le queda fuerza después de multiplicar por dos la intención de voto que trae, podría atreverse a soñar con ser competitiva. Para alcanzar a Claudia Sheinbaum necesita frenar la caída, regresar a los tres partidos a los niveles de intención de voto que traían en 2018 y luego intentar crecer.
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