+ Huelen derrota
+ 2024, el ocaso
López Obrador es Morena y Morena es López Obrador. Sin el mesías tropical (Enrique Krauze dixit), dicho partido se desgajaría. Sin AMLO, los morenistas se dividirían y estarían condenados al fracaso político-electoral. Dependen del humor, de los caprichos y hasta de las locuras de Andrés Manuel, quien es cabeza y cuerpo de Morena.
Sin AMLO, Morena naufragaría.
Sin AMLO, Morena no tendría el respaldo político que hoy observa.
Sin AMLO, Morena no hubiera obtenido el nivel de votación registrado.
Por ello, en Morena las alertas se han encendido desde 2021 – cuando la oposición los derrotó en las urnas, arrebatándoles 9 Alcaldías-, y a la fecha, se mantiene latente una derrota en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México para 2024.
¿Por qué lo advertimos así?
Porque los números inapelables no mienten:
De acuerdo a la última medición de Consulta Mitosfky, liderada por Roy Campos, López Obrador ha perdido fuerza e influencia en la Ciudad de México, donde registra sólo un 48.6 por ciento de aprobación ciudadana hasta agosto, ubicándose en su nivel mínimo histórico. Nunca antes como Presidente, AMLO había tenido tan bajo respaldo popular en el bastión de la izquierda: la capital del país.
Y más:
La aprobación ciudadana para López Obrador en la CdMx, bajo un comparativo a nivel nacional, se ubica en el lugar 26, es decir, uno de los últimos lugares de respaldo nacional (Mitofsky).
AMLO ha entrado en la espiral descendente cíclica que observan todos los Presidentes, sin excepción, durante sus últimos meses de gobierno.
Si mandatarios con mayores índices de aprobación ciudadana que AMLO (58 por ciento nacional) como Salinas de Gortari, quien gozaba de un 86 por ciento de aprobación nacional dentro del trimestre 19 de gestión, o Ernesto Zedillo con 71 por ciento, y hasta Vicente Fox (59), salieron entre fuertes críticas, López Obrador no tendría que ser la excepción. La soledad y el frío han comenzado a pegar, cada vez más fuerte, entre los lujos y las locuras que hoy se viven entre los muros de Palacio Nacional.
Ante este panorama, la Ciudad de México no tendría tampoco por qué ser la excepción.
2024 podría cerrar el periodo histórico de gobiernos de izquierda en la CdMx. Su ciclo habría terminado. Con votos llegaron, con votos se irán. Y eso se llama democracia.
Y junto con ese fin del ciclo histórico en la capital del país, el declive también le pegaría, y fuerte, a la figura de López Obrador, quien ha roto, de manera descendente, la línea del 50 por ciento de aprobación ciudadana, lo cual ha encendido las alertas en Morena, partido que existe, vive y sobrevive gracias a AMLO.
El sólo hecho que López Obrador no tenga ya la mayoría del respaldo ciudadano en la Ciudad de México, es un signo más que ilustrativo. Significa, nada menos, que el declive no sólo de AMLO, sino también, de la izquierda y de Morena rumbo a la elección federal de 2024.
Se huele, desde ahora, su derrota.
En 2021, AMLO y Morena fueron derrotados por la oposición en la CdMx. Con candidatos fuertes. Con votos de castigo. Con hartazgo ciudadano. Como haya sido, pero el Presidente y su partido sufrieron una debacle político-electoral en la elección intermedia en la capital del país. “Fuimos víctimas de una campaña negra”, justificó AMLO su derrota de manera tramposa. Sheinbaum, como acostumbra, repitió como lorita lo dicho por su dueño. Que sigan pensando lo mismo para 2024 y minimizando el descontento ciudadano en la CdMx.
AMLO ya no tiene mayoría de aprobación popular.
Los capitalinos se hartaron del Peje y Morena.
Se huele, desde ahora, su derrota.
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